sábado, 4 de abril de 2009

A ojo de gatillero...


"¿De donde nacio la violencia y hacia donde nos lleva? ¿Cuando acabara o sera ella la que acabe con nosotros?"
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Y Melissa lo espero afuera del metro Normal hasta que su reloj marco las 23:19 hrs, odiaba que la dejaran plantada, que el tiempo se desperdiciara y peor aun amanecer desnuda en la cama de algun hotel completamente sola o en el mejor de los casos junto "al desconocido de ocasion". Julio nunca llego.
Atras quedaron los besos, las caricias, los movimientos bruscos de aquellas madrugadas, las mentadas de madre, el estar juntos a pesar de que Julio fuera casado y tuviera dos hijos -una niña de 5 años y un niño de 2...) y el que Melissa se hubiera comprometido con su novio "el flamante ingeniero en robotica, el profesional" adorado por su madre... pero esa noche, cuando el reloj marco las 23:05 hrs quizo el destino que no se volvieran a encontrar para platicar de lo obvio, mirarse las manos, y oler juntos la polvora quemada disparada desde la pietro beretta de la escuadra de Julio -mientras desnudos observaban Paseo de la Reforma desde el balcon del hotel Maria Isabel- , de sonreir y preguntar -"¿a que pendejo le toco hoy?"- de responder, de hacer el amor e impregnarse con la adrenalina que despedia Julio, esa que siempre emana un cuerpo despues de asesinar...

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