lunes, 13 de abril de 2009

Ahora que tengo un nuevo amor...

Un breve susurro en el oido y Joaquin se durmio el resto del camino hasta la iglesia de San Hipolito, que esta en avenida Hidalgo, la misma iglesia donde acuden a pedir favores: rateros, secuestradores, los malandros en general pero tambien la gente buena (la que no hurta ni mata) los albañiles pedos, las amas de casa infieles y chismosas, los recien casados obligados, los esposos golpeadores y todos aquellos desesperados victimas de la caridad divina. Perla era distinta...
Desde el momento que Joaquin la vio este colapso, se perdio, cayo en las garras del amor como embrujado, hechizado, poseido; atras quedaron los hijos, la mujer, el empleo, nada valia, solo estar ahi, abrazado y amodorrado en el hombro de la nigromante... Bella mujer que habla con los muertos, reencarnacion de Circe a quien Joaquin le regalo su vida apenas ollo su canto...

2 comentarios:

la_luminosa dijo...

¿quien le habrá pedido a san juditas tal encuentro? ¿Ella o el?

trying not to sell dreams for small desires dijo...

Aqui por mi casa se encuentra la iglesia San Nomepidasnada. Esta casi siempre saturada de gente.